CESE OBLIGATORIO A LOS 65 AÑOS,
MUERTE PROFESIONAL DE MAESTROS
Julio Alejandro Mendoza García
Está circulando la información del cese automático de cerca de ocho mil maestros que serán despedidos, por haber llegado a los 65 años, según lo establece la nefasta Ley 29944.
Esto configura la muerte profesional, en la carrera, de cada uno de esos maestros, que evidentemente son todos provenientes de la Ley 24029, quienes fueron condenados a una degradación de su carrera con la nefasta Ley de Reforma Magisterial. Ninguno de ellos logrará conocer lo que será a futuro, en diez años, la "octava escala". Es decir que por lo menos 80000 maestros que ejercen ahora, la noble profesión de impartir educación (no sólo instrucción), ¡NUNCA CONOCERÁN! para su beneficio esa irreal escala, hasta por lo menos dentro de diez años. Por el contrario serán "asesinados" en lo profesional como sucede ahora con esos ocho mil maestros.
En cambio, el Proyecto de Nueva Ley del Profesorado del SUTEP, que fue calumniado y denostado tanto por el senderismo conarista como por el APRA, Fujimorismo, PPC, Ollantismo, Solidaridad Nacional de Castañeda y Somos Perú de Toledo; propone, decíamos, que sólo deben haber cinco niveles en la Carrera Pública Magisterial y que los docentes de la Ley 24029 (del profesorado) y de la Ley 29062 (De Carrera Pública Magisterial) debía mantener su nivel en la nueva ley.
Si se hubiera respetado el nivel de la carrera conseguido por cada profesor en su ejercicio profesional al servicio del estado, la LRM magisterial hubiera visto la forma de mantener, por equivalencia, el nivel del profesor y no degradarlo. Así profesores que alcanzaron (por sus propios méritos) el V nivel en su ley de origen, es decir el 100% de su carrera, debieron integrarse al 100% de la carrera en la Ley 29944 LRM, es decir a la VIII escala. Y así debió ser en la conversión a las demás escalas.
Pero no, la política continuista neoliberal contra el magisterio no buscaba promover el desarrollo magisterial, sino aplastar la carrera de los maestros con los únicos fines del ahorro fiscal extremista neoliberal y el desprestigio del magisterio y la educación pública, en sus afanes de profundizar la privatización y/o mercantilización de la educación.
Hay que condenar este "asesinato" profesional de los ocho mil maestros que serán cesados automáticamente. Pero no para ponernos a lamentar ni buscar cabezas de turco en el seno de las organizaciones magisteriales, sino para plantear con claridad que el problema es político, de gobierno, de poder.
Por eso mismo, los maestros tenemos que organizarnos políticamente, para derrotar el continuismo neoliberal en las próximas elecciones. En ellas tenemos que barrer, con la escoba del pueblo, al ollantismo, aprismo, pepecismo, toledismo, fujimorismo y castañedismo para que no ejerzan el Ejecutivo ni el Congreso. Y poder lograr así, desde la política, que es donde la dieron, la derogatoria de la Ley de Reforma Magisterial 29944 y reemplazarla con una Nueva Ley del Profesorado, en beneficio real de los maestros y la auténtica promoción de su carrera.
Pero eso no caerá del cielo, tiene que ser una victoria que se vaya construyendo desde ahora. Para eso se requiere un Partido de Izquierda, grande, unificador, consecuente. Y tampoco eso es suficiente, es necesario que esté inscrito. O sino todo serán buenos anhelos solamente.
De esto tienen que estar convencidos los maestros y deben ser, para bien del pueblo y de ellos mismos, líderes y protagonistas de la lucha política, desde la izquierda, la democracia y el patriotismo. El MAS es una de las fuerzas que se encuentran en ese empeño, especialmente porque asume como bandera de lucha política la reivindicación del SUTEP de la derogatoria de la LRM 29944 y la dación de una Nueva Ley del Profesorado, que cortará en su momento la muerte profesional de maestros y reivindicará a los maestros que hoy sufren tal ingrata y abominable medida del neoliberalismo que ejecuta este gobierno.
Sabemos que el SUTEP está solicitando la postergación de esta medida, en lo inmediato y ha denunciado por inconstitucional el tope de los 65 años establecido por la nefasta Ley 29944. Esa lucha es correcta, pero la solución integral se dará sólo en la medida que el SUTEP logre su reivindicación de Derogatoria de la LRM y aprobación de una Nueva Ley del Profesorado.
