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LIMA, LIMA, Peru
Experiencia Profesional 30 Años al servicio del Magisterio Peruano, Trabajo actualmente en la I.E. Nº 6065 Perú-Inglaterra Villa El Salvador - LIMA, Bachiller en Administración de Empresas Escuela Tecnológica de Administración - ETA, Licenciado en Educación Universidad "José F. Sánchez Carrión" HUACHO - LIMA, DIPLOMADO EN GESTIÓN EDUCATIVA UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS - UAP, ESTUDIOS CONCLUIDOS DE MAESTRIA EN GESTIÓN EDUCATIVA UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO - UCV

miércoles, 13 de junio de 2018

Tras las desafortunadas declaraciones del titular del Congreso, Luis Galarreta, acerca de aprobar dicha ley al caballazo, era fácil prever que Fuerza Popular impulsaría la autógrafa del legislador aprista Mauricio Mulder

“Ley Mulder” está en manos del Congreso

COLUMNA: EDITORIAL

13 de Junio del 2018 - 07:30 Editorial
La Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso de la República, controlada por la bancada de Fuerza Popular, aprobó la denominada “Ley Mulder”, que prohíbe la publicidad estatal en los medios de comunicación privados. Dicha norma puede ser vista y refrendada por insistencia en el último pleno, que podría ser mañana, coincidentemente el día en que todos esperan el inicio del Mundial Rusia 2018.
Tras las desafortunadas declaraciones del titular del Congreso, Luis Galarreta, acerca de aprobar dicha ley al caballazo, era fácil prever que Fuerza Popular impulsaría la autógrafa del legislador aprista Mauricio Mulder. Sin embargo, la argumentación del bloque “naranja” para sacarla adelante es tan endeble como incomprensible.
Por ejemplo, el titular de dicha comisión parlamentaria, Roy Ventura, señala -sin precisar nombres- que ha conversado sobre el tema con varios representantes de medios locales, los mismos que le han expresado su apoyo a la “Ley Mulder” porque la publicidad estatal se queda en Lima y no llega a provincias. El argumento de Ventura es bastante extraño -por decir lo menos-, ya que el propio autor del proyecto ha afirmado que precisamente en provincias es donde más se derrocha dinero público en publicidad con fines de autobombo para las autoridades locales.
Entonces, es probable que dicha comisión de trabajo solo se haya limitado a intentar consolidar su defensa con versiones no probadas y antojadizas, como la mencionada por el congresista Ventura.
Solo queda esperar si el pleno del Parlamento intenta presentar un argumento similar al mostrado por los miembros de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, con la finalidad de enviar un deplorable mensaje al público y a los medios de comunicación: en el Congreso de la República se hace lo que manda el interés partidario, por encima del bien común. 
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martes, 12 de junio de 2018

Vizcarra hacia el vacío COLUMNA: Francisco Cohello Puente 06 de Junio del 2018 - 07:30 Francisco Cohello

Francisco Cohello    Francisco Cohello

Vizcarra hacia el vacío

COLUMNA: Francisco Cohello Puente

06 de Junio del 2018 - 07:30 Francisco Cohello
No es una buena noticia la renuncia de David Tuesta al MEF. No lo son tampoco las negociaciones para otorgarles beneficios a los transportistas con el fin de que no se vayan al paro, sentarse a conversar con el radical e intransigente Pedro Castillo, o haber dejado sin efecto los contratos de exploración con Tullow Oil para buscar el petróleo que tanto necesita la Refinería de Talara. Da la impresión de un régimen asustadizo, con las fibras nerviosas inflamadas y la autoestima echada en el diván y pendiente del psicólogo más competente. Parece que estamos ante un régimen de transición, y eso es algo que Vizcarra, con urgencia, deberá corregir. No podrá, como pretende, llevarse bien con todos, con la Confiep y los trabajadores, con el Sutep de Alfredo Velásquez y el de Pedro Castillo, con Fuerza Popular y el Frente Amplio, con la calle y la ley, con la izquierda revoltosa y las reformas pendientes. No se puede estar bien con Dios y con el diablo. Si no rectifica, irá camino a la apatía, a la nada sin retorno, a los años perdidos. Se meterá en el túnel del tiempo y saldrá convertido en un Paniagua II, con la diferencia de que en el traste de los activos perdidos aparecerán estrujados los calendarios de tres años y medio. En esa ruta peligrosa estamos. Otra vez. “¿Qué debe hacer entonces?” es la pregunta que la lógica aterriza para un presidente cuyo esfuerzo es encomiable y que, ciertamente, no aparece salpicado por las miasmas de la corrupción. La respuesta es clara: firmeza, contundencia, principio de autoridad. Necesitamos un gobierno ataviado de convicciones, de certezas y que, seguro de que lo amparan la Constitución y la ley, no dé pasos en falso hacia el precipicio, porque allí sí lo espera el vacío. 

lunes, 11 de junio de 2018

¡Desapéguese, señor! “Un 54% quisiera que el Ejecutivo y el Congreso sean socios, pero eso es imposible: a menos que Vizcarra y compañía quieran convertirse en cómplices de las agendas que empuja la mayoría keikista”.

Martín Vizcarra



Luis Davelouis
LUIS DAVELOUIS
Según Ipsos, el 64% de los peruanos piensa que el presidente Vizcarra solo hace lo que Fuerza Popular –es decir, Keiko– quiere que haga. Keiko no tendrá escaño, pero, gracias a las capturas del chat Mototaxi, al blindaje a sus congresistas y aliados y la suspensión atropellada –con repetición– de su hermano Kenji, sabemos que en la banKada nadie respira si ella no le da permiso.
Según la opinión pública, ¿quiénes son esos a los que el gobierno de Vizcarra insiste en complacer? Ocho de cada 10 peruanos desaprueban al Congreso (79%): peor que el Poder Judicial (73%), la Fiscalía (65%) y hasta que el propio gobierno con su insistentemente malaguoso actuar (63%). Como político, el presidente del Congreso, Luis Galarreta, tiene una desaprobación de 70%, solo superada por Alan García (84%), Kenji (77%) y Keiko (75%).
Un 54% quisiera que el Ejecutivo y el Congreso sean socios, pero eso es imposible: a menos que Vizcarra y compañía quieran convertirse en cómplices de las agendas que empuja la mayoría keikista. Un ejemplo: la oposición a que la SBS supervise a las cooperativas y sus millonarios movimientos de dinero que nadie sabe adónde van ni de dónde vienen. O la ley que le prohíbe al Poder Ejecutivo anunciar en la prensa independiente buscando debilitarla y luego amarrarla con excepciones clientelistas.
La gente quiere un líder que se baje la corrupción (36%). Presidente, ¿es ese usted?
Cierto: con 90% o con 1% de aprobación, los fujimoristas siempre tendrán casi 60 votos y a los Olaecheas y las Vilcatomas. Pero no encontrará Ud. allí, presidente, ninguna legitimidad y ningún futuro político.
La paradoja que le presenta el hartazgo general de la ciudadanía con la clase política es esta: usted puede ser el outsider hoy; y sentado en Palacio.

lunes, 4 de junio de 2018

Sin duda hay fiscales muy interesados en obtener nuevas informaciones para sus pesquisas. Pero da la impresión de que Odebrecht ya se cansó de soltar datos que en el fondo no han aliviado su propia situación. Así, la moralización parece subsistir en respiración artificial.

Fatiga judicial

¿Es posible ir a algo así como un relanzamiento del gran auge moralizador de pasados meses?
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4 Jun 2018 | 6:00 h
 Algunos piensan que el paso del tiempo, la competencia de noticias más impactantes, y algunas formas de entendimiento político, pueden terminar borrando del mapa a los casos Odebrecht y similares. Podría ser. Es notorio que desde por lo menos marzo hay una sequía de nuevas denuncias, y las antiguas están en proceso, siguen su curso, como se quiera decir.
La promesa del gran destape brasileño fue más o menos que buena parte de los políticos más descollantes terminaría en prisión. Aunque hay quienes no pierden esas esperanzas, el ritmo de la cosa se ha lentificado considerablemente. El sistema judicial sigue trabajando, pero hay la sensación de que sin más delaciones será difícil alcanzar condenas significativas.

Siempre su supo que la parte electoral del escándalo era la más floja. Recibir fondos para una campaña no es un delito tipificado, y el camino para conectarlo con un delito es complicado. Este ha sido el aspecto más publicitado de los escándalos, y en el que los funcionarios de Odebrecht estuvieron más dispuestos a contar cosas.
El otro aspecto es el de las coimas vinculadas a la autorización de obras, donde los delitos son evidentes, pero la información brasileña relativamente escasa. Después de un momento se hizo evidente que aquí no aparecerían grandes nombres, más allá del de un ex presidente prófugo en trance de extradición de los EEUU.  
¿Es posible ir a algo así como un relanzamiento del gran auge moralizador de pasados meses? Como entonces, esto dependería de la acuciosidad de fiscales y periodistas investigativos, de la buena disposición de los funcionarios brasileños. Es notorio que la mayor atención del público ahora está puesta en otras partes.
Lo que sí está sobreviviendo es una disposición política a acusar, es decir a repetir las acusaciones conocidas, para que por lo menos ellas vayan calando en la opinión pública. Pero sin avances judiciales efectivos todo esto es una fuga hacia adelante, y empieza a tomar el sabor del consabido refrito periodístico.  
Sin duda hay fiscales muy interesados en obtener nuevas informaciones para sus pesquisas. Pero da la impresión de que Odebrecht ya se cansó de soltar datos que en el fondo no han aliviado su propia situación. Así, la moralización parece subsistir en respiración artificial.