Corrupción. Un cheque a nombre de ex presidente revela que se quedaba con donativos. Por casualidad, una secretaria de la Embajada de Perú en Japón descubrió que donaciones eran desviadas en cheques a nombre de Fujimori.
María Elena Hidalgo.
El 31 de mayo de 1993, la anciana japonesa Matsu Utsumi, estremecida por las condiciones de hambre y miseria en el Perú, donó en yenes el equivalente a US$ 225 mil 118. En un encuentro personal con el ex presidente Fujimori en Tokio durante una visita oficial, éste le dijo a Utsumi que los fondos serían destinados a la construcción de un colegio. No era verdad.
De acuerdo con una investigación de Denise Ledgard de IDL-Reporteros, quien fuera asesora legal de la Embajada de Perú en Japón, en la legación diplomática se encontró documentación que Víctor Aritomi, cuñado de Fujimori y embajador en Tokio, ingresó los US$ 225 mil 118 de la señora Utsumi en una cuenta personal en el Banco Do Brasil.
Es más, el 22 de junio, Víctor Aritomi, mediante un oficio remitido al Banco Do Brasil, ordena que la plata de la anciana Utsumi fuera transferida al Banco de la Nación del Perú, a nombre del presidente de dicha entidad, Carlos Saito Saito. Finalmente, el 25 de junio del mismo año, el Banco de la Nación expidió a nombre de Alberto Fujimori un cheque por US$ 225 mil 118. Si se trataba de una donación, lo normal era que siguiera el conducto regular: las dos cuentas que tenía la embajada peruana en Tokio, pero se usó una privada con otros fines que no eran filantrópicos.
El colegio que Fujimori prometió construir con el donativo se llama Matsu Utsumi y está ubicado en Villa María del Triunfo. Está virtualmente abandonado y los niños estudian en la precariedad.
“Lo que revela el seguimiento al cheque es que una donación que hace la señora japonesa Utsumi a favor de la niñez peruana, terminó convertido en un cheque con nombre y apellido, el de Alberto Fujimori”, explicó a La República Denise Ledgard.
“Independientemente de si se construyó o no el colegio, no se explica por qué un donativo acaba en una cuenta personal del ex embajador Aritomi y luego transfiere el dinero a Fujimori. Eso es un trámite irregular”, añadió.
El seguimiento a la ruta del cheque de la señora Matsu Utsumi reveló que el mismo mecanismo aplicaron secretamente Víctor Aritomi y su cuñado Alberto Fujimori para trasegar y administrar ilegalmente las donaciones de ciudadanos japoneses para los niños pobres del Perú. Entre 1997 y 1998, Aritomi despachó dinero a Fujimori por intermedio de 19 cheques a nombre de su secretario, José Kamiya Teruya. El dinero no trajinó por las cuentas en dólares y yenes de la embajada del Perú en Japón.
La secretaria de la embajada, Yoshilo Tanaka, fue la que descubrió el cheque por US$ 225 mil 118 entre los papeles de Víctor Aritomi. Le llamó la atención porque Aritomi no había usado las cuentas de la embajada.
“La secretaria encontró el cheque de manera casual porque Aritomi tenía archivos paralelos y secretos. El embajador Luis Macchiavello informó a la Cancillería del hallazgo e inclusive envió copia al Congreso por intermedio de Relaciones Exteriores”, dijo Ledgard.
Una evidencia de que el dinero donado no tuvo el destino adecuado lo demuestra el colegio Matsu Utsumi, que fue entregado inconcluso y las obras se pagaron con sobreprecio.
