El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, sabe que la Ortografía "es sagrada como norma" y por eso, en la nueva edición que acaban de aprobar las 22 Academias de la Lengua, no se han introducido cambios sustanciales, porque "no se puede poner en juego la unidad que tiene el español".
"Tocar algo de la Ortografía es como tocar el alma", asegura García de la Concha en una entrevista para hacer balance de sus doce años como director de la RAE, y cuya primera parte se difundió el pasado viernes.
El próximo día 9 termina el largo mandato de García de la Concha (Villaviciosa, Asturias, norte de España, 1934), que en estos años se ha dedicado en cuerpo y alma a promover y consolidar la política lingüística panhispánica.
Por motivos de salud, el director no pudo viajar a Guadalajara (México), donde el pasado 28 de noviembre las Academias aprobaron la nueva Ortografía, pero ha seguido muy de cerca las negociaciones para ultimar el texto de esta obra que, al haber sido sancionada por unanimidad, refuerza "sin duda la unidad del idioma".
"La gran conquista y la gran riqueza de esta nueva edición es que, por primera vez, se explica el sistema" y se afrontan "centenares de dudas que planteaba la anterior".
La Ortografía, subraya, "nunca avanza por revoluciones sino por evolución". Pero cualquier pequeño cambio cuesta sudor y lágrimas. (EFE)
"Tocar algo de la Ortografía es como tocar el alma", asegura García de la Concha en una entrevista para hacer balance de sus doce años como director de la RAE, y cuya primera parte se difundió el pasado viernes.
El próximo día 9 termina el largo mandato de García de la Concha (Villaviciosa, Asturias, norte de España, 1934), que en estos años se ha dedicado en cuerpo y alma a promover y consolidar la política lingüística panhispánica.
Por motivos de salud, el director no pudo viajar a Guadalajara (México), donde el pasado 28 de noviembre las Academias aprobaron la nueva Ortografía, pero ha seguido muy de cerca las negociaciones para ultimar el texto de esta obra que, al haber sido sancionada por unanimidad, refuerza "sin duda la unidad del idioma".
"La gran conquista y la gran riqueza de esta nueva edición es que, por primera vez, se explica el sistema" y se afrontan "centenares de dudas que planteaba la anterior".
La Ortografía, subraya, "nunca avanza por revoluciones sino por evolución". Pero cualquier pequeño cambio cuesta sudor y lágrimas. (EFE)