Nota: Este artículo fue publicado en la revista Nueva Conciencia. Septiembre del 2008. N° 1
Introducción
La Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares surgió con un propósito muy claro. Conocer el nivel de logro académico de los estudiantes con la finalidad de detectar las áreas de oportunidad para orientar la intervención educativa tendiente a subsanarlas. Este enfoque de ENLACE como evaluación formativa está en concordancia con la mejora educativa. La ausencia de cultura de evaluación por parte de quienes utilizan los resultados de ENLACE para otros fines distintos para lo cual fue creado, invalida la evaluación.
Con la información generada por ENLACE es susceptible de utilizarse para responder a la pregunta: ¿En qué medida los alumnos han adquirido lo establecido en el currículum? Al menos en las áreas y contenidos temáticos examinados.
Basta revisar lo señalado en la página web de ENLACE (http://www.enlace.sep.gob.mx):
■La Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) es una prueba del Sistema Educativo Nacional que se aplica en todos los planteles públicos y privados del País.
■En educación básica, a niños y niñas de tercero a sexto de primaria y jóvenes de tercero de secundaria, en función de los planes o programas de estudios oficiales en las asignaturas de español, matemáticas y ciencias.
■Es una prueba que tiene como principal objetivo proporcionar información diagnóstica del grado (nivel) en que los alumnos han adquirido los temas y contenidos de las asignaturas de Español, Matemáticas y Ciencias.
El objeto de evaluación son los aprendizajes de los estudiantes no el sistema educativo ni sus actores centrales como los alumnos en sí mismo, el desempeño de los docentes o de los directores escolares. Técnicamente está diseñado para lo primero y no para otras cosas. Su finalidad principal es contar con un diagnóstico de algunos resultados de la labor educativa y de su evolución a lo largo del tiempo. Es de carácter diagnóstico y puede usarse también como evaluación de las políticas educativas en curso porque se supone que aporta información útil para tomar decisiones que permitan mejorar el sistema educativo.
Como puede percibirse, su apego a planes y programas refleja en cierta manera el resultado del trabajo escolar sin que ello permita hacer juicios de valor sobre el sistema educativo en su conjunto. Resalto algunos abusos y usos indeseables de esta evaluación. Como por ejemplo, la publicación de notas en diversos medios de comunicación, principalmente algunos de la prensa escrita de circulación nacional, en relación con la calidad del sistema educativo nacional haciendo alusión a “maestros reprobados”, “las mejores, o peores, escuelas, interpretando los resultados de manera técnicamente incorrecta y carente de sustento y por lo tanto, el producto de este análisis es un prejuicio o, dicho de otra manera, los juicios de valor emanados de esta reflexión son infundados. El ordenamiento o “rankeo” de escuelas y/o grupos en nada favorece a la cultura de evaluación ni a la mejora educativa.
Peor aún, los docentes empecinados en insistir en utilizar métodos pedagógicos obsoletos preparando a sus alumnos para resolver estos tipos de exámenes en detrimento de otras asignaturas igualmente importantes para el currículum. Resolver un mismo examen en varias ocasiones y memorizar las respuestas como una posible solución de que los alumnos tengan mejores resultados en la próxima aplicación de ENLACE es la peor manera de lograrlo. Nada más alejado de las pretensiones y totalmente en contra del eslogan “evaluar para mejorar”.
El propósito de ENLACE parte desde el concepto mismo de evaluación. Es un proceso ordenado, continuo, sistemático, de recogida de información, que responde a ciertos criterios (validez, confiabilidad, utilidad) que comparados con criterios preestablecidos, permiten la emisión de juicios de valor fundamentados, facilitan la toma de decisiones. Otro componente del propósito de ENLACE es el de tomar decisiones encaminadas a subsanar las deficiencias de aprendizaje. Esto no es calidad educativa aunque si una parte de ella. Identificar las fortalezas y debilidades, potenciar las primeras y atacar las segundas, las áreas de mejora y oportunidad son el primer paso para la mejora. Accionar hacia la mayor la calidad educativa es un asunto muy serio y de gran trascendencia como para dejarlo en manos de unos cuantos. De aquí el cliché muy socorrido: La educación es tarea de todos.
Los resultados pueden utilizarse como indicadores para evaluar otros objetos (o sujetos) de evaluación. Los resultados de ENLACE son válidos para evaluar a los docentes y a las escuelas pero no deben ser el único indicador. El porcentaje de alumnos en cada uno de los niveles de logro en ENLACE aporta información indicativa del proceso educativo (de los procesos de enseñanza y aprendizaje) pero no lo explica en su totalidad. Es insuficiente para valorar el desempeño docente.
De igual manera, analizar esta misma información por grado y grupos escolares es un dato relevante pero con ello no puede ni debe juzgarse o valorar la eficiencia y eficacia de un centro escolar. Debiera ser desde un enfoque holístico. Para ambos casos se requiere muchísima más información. La desagregación por grado y grupo de este indicador es susceptible de incorporarse en la planeación escolar y docente. Incluso para la toma de decisiones a nivel sistémico. Aunque con ello se evaluaría parcialmente al director escolar, al docente y a las autoridades educativas respectivamente.
Simplemente se detectarían los temas y contenidos resueltos de manera incorrecta por los estudiantes. Se supondría que son aquéllos en donde debiera orientarse la intervención educativa. No es más… ni es menos. Los riesgos de una inapropiada estrategia de comunicación y una inadecuada promoción de la cultura de evaluación nos lleva al uso indeseado y técnicamente incorrecto de los resultados. Totalmente alejado de los propósitos para lo cual fue diseñado el programa.
Como menciona Pedro Ravela: “Para mejorar las calidad de los sistemas educativos es importante no sólo realizar buenas evaluaciones sino que, además, es necesario mejorar el modo en que los docentes evalúan a sus alumnos en las aulas, las evaluaciones de que son objeto los propios docentes, las evaluaciones mediante las cuales se selecciona a los directivos y supervisores, las evaluaciones de los proyectos (programas) e innovaciones, etc.” La evaluación –bien realizada– puede ser una herramienta de cambio de enorme potencial. Si los sistemas educativos mejoraran los distintos tipos de evaluación que ocurren a diario, ello tendría un enorme impacto en el sistema educativo”.
En próximas colaboraciones abundaré sobre estos temas.
1. Orientaciones pedagógicas para el uso ENLACE.
2. Desarrollo de competencias docentes en el uso de las evaluaciones a gran escala como ENLACE.
3. ENLACE como herramienta para el desarrollo del currículum.
Referencia bibliográfica
RAVELA, P. Para comprender las evaluaciones educativas. Fichas didácticas. Obra patrocinada por el Grupo de Trabajo sobre Estándares y Evaluación (GTEE) del Programa de Promoción de la Reforma Educativa de América Latina y el Caribe (PREAL).