La Semana Santa aún se vive con fervor religioso en diversos pueblos del Perú. Uno de los que mantiene casi intactas sus tradiciones es Ayacucho, cuyas iglesias en esta temporada abren sus puertas para recibir a los creyentes. Aunque aquí se realizan ferias y otras actividades que muestran la riqueza de la cultura y promueven el turismo, lo que más llama la atención son sus procesiones. Precisamente en la madrugada de ayer se realizó “El Encuentro’, una de las manifestaciones más majestuosas que revive el momento en que la Virgen Dolorosa va en busca de su hijo, Jesús de Nazareno, patrón de Huamanga.
La festividad en Ayacucho se celebra durante 10 días, en los cuales la población se moviliza con fervor para participar en las ceremonias religiosas, como la veneración del Señor de la Agonía y la Virgen Dolorosa, en el templo de Magdalena. En la Basílica Catedral se realizó ayer la Última Cena y el rito del lavado de los pies a 12 ancianos del asilo. Además, los fieles salieron a visitar los siete templos.
Turistas de diferentes nacionalidades llegaron a Huamanga y colmaron la oferta hotelera, por lo cual algunos colegios y viviendas fueron acondicionados como pequeños alojamientos. La Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo estimó que unos 17 mil turistas llegarán al departamento durante los días festivos.
EN EL NORTE. En tanto, en Piura, un millar y medio de pobladores, en su mayoría de escasos recursos económicos, fueron los principales invitados del tradicional almuerzo denominado ‘Los Siete Potajes’ que se realiza en el distrito de Catacaos. Galletas con aceituna y queso, picante de gallina, sopa de res o gallina, menestra con arroz y cabrito, fruta variada, pavo con pastel de fuente y durazno al jugo fueron los potajes preparados para esta ocasión, y fueron degustados por los comensales, luego de la bendición del párroco Manuel Curay.