Opinar es fácil. En época de elecciones, más todavía. Como de costumbre, las opiniones más difundidas son las más violentasy las que te ofrecen una visión de la realidad que alimenta la ilusión tu burbuja particular. Aunque vengan del más desautorizable.
El problema está en que cualquiera puede opinar viendo las cifras del flash electoral y ya. Pero, se supone, los periodistas deberíamos ofrecer algo un poquito más elaborado que el primer tuit que se nos ocurra.
Así que aquí vamos a lanzar una serie de 3 posts desmintiendo algunos mitos, tanto de izquierda como de derecha (ya verán que esa división solo es relevante para cuatro gatos). Pero lo vamos a hacer con datos. Porque lo que importa es la información, no tu opinión.
1. Vicia tu voto / No nos representan
Básicamente los defensores de este combo de ideas nace de un mito en común: que la cantidad de votantes válidos en ese proceso ha sido pequeña. Es decir, creen que los votos blanco y nulos son muy altos (y, por tanto, intentar la anulación de la segunda vuelta es posible). O creen que el próximo gobierno no tiene legitimidad porque sus porcentajes reales son pequeños.
Todos esos amigos deberían ver este cuadrito:
Cociné esta torta (y las que vienen) basado en los datos finales de la ONPE (todavía falta procesar el 0.53% de actas pero la diferencia no será sustancial).
Esta torta refleja el universo total de electores hábiles peruanos (21’788,074). ¡Ajá!, dirás, entre los ausentes, los nulos y los blancos suman casi 32%… ¡¡¡es un huevo!!! #Fraude2016 #NuevasElecciones. Tranquilo, para tu coche.
Lo cierto es que esa cantidad de ausentes es más o menos normal. En el 2011, por ejemplo, llegó a 16%. Fernando Tuesta, ex jefe de la ONPE, me dijo que eso se debe, entre muchos otros factores, a que el padrón electoral nunca está del todo limpio (hay muertos registrados, etc.). Eso sí: Tuesta sospecha que el ligero incremento se podría deber al caos que ocurrió con el nuevo chocolateo de mesas.
Sin embargo, es normal que –en una primera vuelta– los nulos, blancos y ausentes se acerquen al 30% del total. Veámoslo así:
En estos casos la perspectiva histórica sirve para entender lo que pasa. Esta división de la torta es completamente normal. Estos porcentajes están dentro de lo esperado.
Eso sí: a Keiko le conviene ver este cuadro varias veces. Que no se crea los porcentajes de victoria arrasadora. Esta es la firme: no es la mitad, sino poco más de la cuarta parte de la cantidad real de peruanos ha votado por ella en primera vuelta. Para estos efectos, no importa cuánta gente tenga en el Congreso. Lo que importa es que 27% sigue siendo una minoría si el resto de peruanos sale a la calle.
¡¡¡Entonces hay que pedir nuevas elecciones, pes, tío Útero!!! ¡¡¡Yo mando una fórmula buenaza: si conseguimos el 66% de votos blancos o nulos, se puede!!!!
Lo siento, amigo verolieber, eso ya lo intentaron los ppkausas el 2011 y también Bayly y Alvarito el 2001 (sí, a ellos te estás pareciendo). Y, sorry, nunca ha funcionado. Mira esto:
Para anular la elección necesitas las dos terceras partes de los votos emitidos. Y, sorry, estás bien pero bien lejos. Tendrías que convencer a más de la mitad de los que votaron por alguien en primera vuelta. Tuesta me dice que eso de anular las elecciones viciando solo ocurre en elecciones municipales chiquitas. Piña.
De hecho, cuando Toledo se retiró de la segunda vuelta del 2000, los votos inválidos sólo alcanzaron el 31.1%. Sorry.
Aquí hay un par de cuadros más, por si le sirven a alguien. Éste es el mismo de arriba pero he dividido los votos válidos en sus preferencias:
¿Han visto cómo crece Keiko aquí? Eso pasa porque ya no contamos a los votantes que no se presentaron. Estos son solo los votos que se llegaron a emitir. Noten que si juntamos a los blancos (12%) y nulos (4.9%), tenemos a la tercera fuerza política del país. No son lo suficiente para anular nada pero algo significa.
Ahora miren lo que pasa si no los contamos:
¡¡¡TA-TAAANNN!!! Finalmente llegamos a los porcentajes que te resultan familiares, los que los medios nos muestran, los que asustan a todo el mundo y los que envalentonan a los fujimoristas. Ojo: no quiere decir que los medios estén inflando la cosa a propósito. Simplemente es que no han estado mirando toda la data.
Así, considerando sólo los votos válidos y no el universo total, Keiko sube de 27 a casi 40: o sea, 13 puntos (diferencia entre el cuadro 2 y el cuadro 5). Comparen con lo que sube Verónika: de 12.8 a 18.8, es decir, sube solo 6 puntos (menos de la mitad de lo que sube Keiko). El que tiene mayor porcentaje, sube más cuando la torta se reduce.
Esta es clave matemática a eso que siempre dicen por ahí, que si votas blanco o viciado favoreces al que va primero: ES VERDAD.
¿Por qué? Porque afectas la proporción de votos válidos. Recuerda que lo único que cuenta para los porcentajes finales son los votos válidos. NO los votos emitidos ni tampoco la cantidad total de electores. Para la ONPE, lo que cuenta es el último cuadro. Pero el Perú no es la ONPE. Si Keiko (y PPK y los analistas) quieren entender bien la división del país, deberían ver el primer cuadrito.
http://mad.utero.pe/2016/04/14/conoce-el-peru-primero-1-quieres-anular-las-elecciones-tenemos-malas-noticias-para-ti/
http://mad.utero.pe/2016/04/14/conoce-el-peru-primero-1-quieres-anular-las-elecciones-tenemos-malas-noticias-para-ti/