El diero tiene que volver al pueblo", aseguró ayer el presidente boliviano Evo Morales, después de aprobar un decreto para que trabajadores del sector público y privado reciban un inédito pago de doble aguinaldo a fines de este año. "Hemos decidido que mientras la economía siga creciendo por encima del 4,5%, a partir de la fecha nuestros empleados tendrán doble aguinaldo", lanzó el mandatario, quien explicó que el crecimiento anual de su país durante 2013 superará el 6,5 por ciento. El anuncio fue aplaudido por sindicalistas y trabajadores, pero furibundamente rechazado por sectores empresariales, que aseguraron no tener fondos para realizar el pago extraordinario.
Al informar sobre la medida en un acto en el Palacio de Gobierno ante varios dirigentes sindicales, el presidente boliviano comparó su gestión con las anteriores y sostuvo que "antes se privatizaba la riqueza y se socializaba la pobreza; nuestra política siempre será socializar la riqueza y reducir la pobreza". Evo explicó que los trabajadores estatales fueron "bastante castigados" en los períodos de austeridad, por lo que merecen esa "recompensa", justificada por los altos niveles de crecimiento registrados en el Producto Bruto Interno (PBI) como consecuencia, según dijo el presidente, de la nacionalización de los hidrocarburos y la recuperación de las empresas estratégicas. El doble aguinaldo, bautizado "Esfuerzo por Bolivia", deberá ser pagado a todos los trabajadores antes del 31 de diciembre de este año.
Como era de esperar, los empresarios salieron a fustigar la medida tomada por Evo. El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Daniel Sánchez, afirmó ayer ante la Agencia Boliviana de Información (ABI) que su sector no tiene el "presupuesto necesario" para pagar el doble aguinaldo decretado. El dirigente patronal aseguró que "estos incrementos no estaban presupuestados en ninguna de las empresas y seguramente tendremos una deficiencia para conseguir los recursos disponibles para asumir dicho incremento". 
La respuesta de Evo no tardó en llegar. "El sector privado no puede quejarse del Estado: el Estado nunca abandonó el sector privado, porque tiene subvención en transporte y energía. Por eso pedimos que el sector privado cumpla con el decreto supremo de reconocer el esfuerzo que hacen los obreros", apuntó el mandatario. También sostuvo que el modelo económico aplicado en Bolivia desde 2006 –año en que alcanzó la presidencia– logró levantar al país y alejarlo del pronóstico de antiguos funcionarios "neoliberales" sobre su presunta "inviabilidad" económica.
La iniciativa fue saludada por diversas organizaciones sociales y sindicales. El secretario general de la Central Obrera Boliviana (COB), Simeón Jaliri, dijo que "este es un regalo del presidente Morales. Este es un ejemplo de nuestro hermano presidente, el pensar en todos los bolivianos". Por su parte, el secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia, Ever Choquehuanca, manifestó que mientras más se trabaje en Bolivia habrá más crecimiento económico y más aumentos salariales.
«menos pobreza y más ocupación 
Tras anunciar el pago del doble aguinaldo para todos los trabajadores bolivianos, el presidente de Bolivia Evo Morales expresó sus deseos de continuar por el sendero de la distribución de la riqueza para elevar los indicadores de igualdad entre la población nacional. 
Con los números en la mano, el mandatario mostró los datos económicos que confirman el camino emprendido desde el inicio de su gestión, en el año 2006.
A partir de cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Evo explicó que la extrema pobreza en Bolivia pasó del 38,2% en 2005 al 20,9% en 2011. "Dejamos el último lugar en extrema pobreza en Sudamérica y bajamos el desempleo al 3,2 por ciento. Si hablamos de América Latina y el Caribe, ni qué decir, estamos lejos. Ese es el esfuerzo conjunto de los trabajadores, obreros, todos trabajamos para sacar adelante nuestra querida Bolivia", aseguró a la agencia ABI el presidente, quien comparó los indicadores de su país con los de Paraguay, donde la pobreza sólo disminuyó cuatro puntos entre 2005 y 2011, y se mantiene en un 28% según los datos de la CELAC.